martes, 1 de mayo de 2012

Tratamiento

El tratamiento del VIH tiene cuatro objetivos principales:
  • Aumentar la esperanza de vida del paciente y su calidad de vida.
  • Evitar que el VIH progrese al reducir la carga viral a niveles indetectables.
  • Devolver el sistema inmunitario a su estado normal y mantenerlo así.
  • Reducir el riesgo de transmisión del VIH a otras personas.

Tipos de fármacos anti-VIH


En la actualidad existen más de 25 fármacos antirretrovirales para ayudar a las personas con VIH a desarrollar una vida más larga y más sana. Normalmente se toma una combinación de fármacos antirretrovirales para el VIH, lo que se conoce como terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA). Estos fármacos se clasifican en 4 clases:
  • Inhibidores de la transcriptasa inversa análogos de los nucleósidos (ITIN): los ITIN son la clase más antigua de fármacos antirretrovirales. Bloquean la capacidad del VIH de copiar el ADN de una célula que necesita para realizar copias de sí mismo. También se conocen como análogos de los nucleósidos, "nucleósidos" o "backbone".
  • Inhibidores de la transcriptasa inversa no análogos de los nucleósidos (ITINN): los ITINN bloquean la misma proteína que los ITIN, aunque su composición química es diferente. Si no se emplean en combinación con un ITIN, el paciente desarrolla resistencia a ellos muy rápidamente.
  • Inhibidores de la proteasa (IP): los IP bloquean la proteasa, una enzima que el virus del VIH necesita para multiplicarse. Como grupo, los IP son muy potentes y se toleran relativamente bien.
  • Inhibidores de fusión (IF): los IF, que son la clase más novedosa de ARV disponibles, impiden que el VIH se introduzca en las células sanas del cuerpo. El único fármaco comercializado de esta clase debe administrarse mediante inyección subcutánea.



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